Casos reales sobre sexting y grooming
¡Hola! Somos el grupo de Foros Nativos Digitales, y los participantes somos Selena Garrido, Tania Fernández, Laura Bravo y Carmen Gutiérrez, de 4º de ESO A.
Estamos trabajando en el sexting, el grooming, sus peligros y algunos consejos para evitarlos. Pero algo que puede concienciar a los niños de verdad y hacerles reflexionar sobre qué pasaría si ellos sufrieran alguno de estos dos casos. Por eso hemos investigado sobre casos que han pasado en la vida real, los hemos adaptado a un idioma accesible para cada curso, y se los explicaremos para hacer la charla más interesante y dinámica.
Expondremos estos dos casos:
1- SEXTING: los novios
Dos chicos, Pedro y Marta, eran novios desde pequeños. Cuando comenzaron la ESO empezaron a tener problemas con sus amistades, ya que Pedro se hizo popular y todas las chicas querían algo con él, pero él ya tenía pareja: Marta.
Las amigas de Pedro crearon una cuenta falsa de Marta, pues estaban celosas de ella y querían coquetear con su novio. Publicaron su número de teléfono y agregaron amigos que, convencidos por las amigas de Pedro, le enviarían fotos íntimas.
Marta se asustó mucho y las amigas de Pedro le dijeron a este que revisara su móvil, así descubriría lo que supuestamente estaba haciendo Marta. De esta forma, rompería con ella y esas chicas podrían coquetear con él con más libertad.
Pedro cayó en el juego y terminó con ella. Marta, triste y preocupada, pidió ayuda a su madre, la cual llamó a la Fundación de Movimiento donde se solucionó el problema.
2- GROOMING: el chantajista
En junio de 2009 se conoció un grave caso de grooming múltiple realizado sobre muchachas de diversos países por un joven residente en Chipiona (Cádiz, España).
El arrestado (¡que lo era por segunda vez!) conocía a sus víctimas, con las que solía hacerse pasar por un adolescente para contactar con al menos 250 menores de edad, a las que llegó a amenazar para que le enviasen fotos o vídeos de contenido sexual. Si ellas se negaban, el delincuente amenazaba con tomar el control de su ordenador: de hecho, lo hizo en varias ocasiones.
El joven, para ganarse la confianza de sus víctimas, llegó a utilizar hasta doce personalidades diferentes, de ambos sexos y un variado rango de edad. Tras lograr una cierta confianza, les solicitaba fotografías o vídeos. Si no accedían, comenzaban las amenazas e insultos.
Cuando lograba el control del correo, intentaba obtener de las menores una imagen o un vídeo no demasiado explícito para que no se negaran radicalmente, pero sí lo suficientemente comprometido para posteriormente amenazarlas con enviárselos a los contactos de ellas si no accedían a nuevos requerimientos. Así, continuaba con el chantaje bajo la amenaza de que la víctima no recuperaría su cuenta de correo y perdería su lista de contactos.
En los casos en que se negaban, perdían el uso de su correo electrónico y el detenido lo empleaba para humillarlas ante sus conocidos, a quienes enviaba fotos o vídeos comprometidos de las muchachas. Este acoso psicológico se prolongaba durante meses.
Aunque el delincuente había sido ya detenido en octubre de 2008, algunas de las víctimas continuaron recibiendo amenazas, por lo que el juez ordenó su detención y su ingreso en prisión.
Esto es lo que puede pasar en la vida real si no tenemos cuidado con las redes y con los problemas que nos acarrea su mal uso. ¡Esperamos que hayáis aprendido mucho sobre estos dos peligros!
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